Para sistematizar la creación de valor, vamos a utilizar el modelo de M. Porter aunque luego añadamos otras aportaciones y modelos que nos faciliten el tener otras perspectivas y herramientas. Todo ello con el fin de gestionar cada día mejor nuestras empresas, crear más valor, y que en un proceso de compraventa podamos aumentar su precio, porque lo vale. En su modelo hace una distinción de las actividades clasificándolas en dos grupos: Principales y Secundarias.
Las Actividades Primarias o Principales: Son aquellas que tienen que ver con el desarrollo del producto: logística interna (recepción, almacenamiento,…), operaciones (transformación de insumos,…) logística externa (distribución física,…) marketing (dar a conocer el producto,…) y Servicio.
Las Actividades Secundarias - mejor llamarlas de Soporte o de Apoyo para no rebajar su importancia - prestan un respaldo general, transversal y especializado a las actividades primarias. Son la Administración de los recursos humanos, las de Compras de bienes y servicios, las de Desarrollo tecnológico (telecomunicaciones, automatización, desarrollo de procesos e ingeniería, investigación), las de Infraestructura empresarial (planificación, finanzas, contabilidad, calidad, asesoría legal, dirección general). También añadimos aquí la I+D+i, por ser tan importante y trasversal (producto, procesos, gestión, personas).
Entonces la diferencia entre el valor total de los ingresos y el costo colectivo de desempeñar las actividades de la cadena valor, nos dará el margen de la empresa.
¿Pero cómo creamos valor en la Cadena de valor a través de las Actividades?
Pues de varias formas (aquí solo nombramos las actuaciones y en otro artículo, ampliaremos la información en cada caso), en concreto:
- Determinando el coste de los productos a través de ellas. Se utilizará el modelo TDABC (Time Driver ABC), en el que se incorpora el inductor tiempo como inductor principal.
- Clasificando las actividades en necesarias y no necesarias, junto con las que aportan valor y las que no aportan. Creamos una matriz de 2 x 2 y podemos establecer una estrategia para cada cuadrante.
- Trabajando con ellas en términos de excelencia operativa.
- Adquiriendo una “ventaja competitiva” a través de ellas. Una empresa obtiene una ventaja competitiva cuando la desarrolla, e integra las actividades de su cadena de valor de forma menos costosa y/o mejor diferenciada que sus rivales.
- Decidiendo –en base a este conocimiento – si alguien fuera puede hacer alguna de ellas (no del “core business”) mucho mejor que nosotros externalizándola, o a añadir alguna en una integración vertical u horizontal.
Carlos Tejedor Franco
Cofundador de Puente Relevo Search Fund
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